Anoche, antes de dormirse me dijo: "mamá, quiero mucho a mi agüelo y el me quiere a mi también muchíiiiiiiiiiiisimo, que lo sé yo........ mañana se lo voy a decir aunque se acuerde".
Sin embargo, toda esa capacidad de amar y de expresar su amor, no es suficiente para sentir seguridad en los afectos. La capacidad de reconocerse querida y de sentir el cariño de otros hacia ella no es bastante.
No es transtorno, ni me preocupa, ni ......... pero Xiao está desarrollando un apego inseguro ansioso, de los de libro.
¿Llegará a ser seguro? pues no tengo ni idea. Con el tiempo, las lecturas y la observación de mi misma y de otros me ha llevado a comprender que apego seguro, lo que se dice seguro, no lo tenemos muchos, hijos biológicos criados y crecidos en familias amorosas. ¿Por qué? Ya me gustaría analizarme, ya...... pero no es de mi de quien he de hablar, ni de los que me rodean.
Sigo convencida de que estoy, estamos, en buen camino. Dificultades nos vamos a encontrar, eso está claro. Hay que asumirlas y asimilarlas, y cuanto antes mejor.
Afectivamente mi hija es un bombón, posiblemente por esa "inteligencia" emocional extraordinaria que tiene. Pero una parte de su afectividad y sus emociones, como fruto de su abandono y su institucionalización, están fuera de control. Ni ella misma sabe qué le pasa cuando le está pasando. Yo trato de adelantarme, de reconocer los síntomas, pero no siempre es fácil verlo venir. Otras veces, como hace bien poco, me sorprende y me desconcierta.
Tenemos un vínculo fuerte, muy fuerte y muy especial. Tenemos una relación íntima y entrañable, única, nuestra. Pero dentro de ella siempre habrá algún "cohete" que llame su atención y le haga perder el rumbo, aunque sea por unos instantes. Y mamá no se lo podrá evitar, sólo podrá ayudarla a encontrar el rumbo de nuevo. Espero que sea suficiente.