Hoy se me han revuelto algunos sentimientos dormidos, de esos que parece que de vez en cuando quieren regresar del pasado.
Me tengo que remontar a hace bastantes años y a otra vida, la mía de entonces. Mi camino hacia la maternidad y la adopción empezaron hace muchos, muchos años. Entonces tenía una pareja que no me decía que no pero tampoco me apoyaba. Cuando me cansé de tratamientos, médicos y hospitales quisé intentar una adopción internacional. Entonces no era como ahora, era difícil y complicado, pero posible, incluso en algunos aspectos más fácil que ahora. Yo tenía contactos en Haití, en orfanatos, y los puse en marcha. Una tarde recibí una llamada de Puerto Principe; era mi amiga que estaba allí. En uno de los orfanatos con los que trabajaba había un niño, de 18 meses, sin filiación y declarado adoptable. Si consentíamos el niño vendría a España con ellas en unos días. Se llamaba Nelson y tenía unos enormes ojos negros y una mirada profunda y dulce. Mi pareja se negó, se cerró en banda y se negó. Tuve que llamar a Haití esa noche para decir que no. Se me rompió el corazón.
El caso es que con el tiempo me separé, con el tiempo conocí a mi marido y con él, el camino de la adopción volvió a ser el mío. Creo que era mi destino.
Desde entonces no ha pasado un día en que no me acuerde de Nelson. Sé que creció en el orfanato y sé que salió un día de allí hecho un mozo. Y ya no supe más de él.
Un trocito de mi corazón estará siempre en aquel pais. Y hoy me ha dado un vuelco cuando he leido lo del terremoto y no he podido evitar pensar qué habrá sido de Nelson.
¡Ojalá Nelson haya tenido mucha suerte en su vida!
ResponderEliminarSeguro que no lo olvidarás nunca.
Un abrazo
Decisiones tremendamente difíciles!! Espero, como Mar, que haya tenido mucha suerte.
ResponderEliminarSaludos,
mariajo
Que historia más triste y dura.
ResponderEliminarSiento lo mal que lo devistes pasar y como las compañeras, ojalá Nelson haya tenido una bonita vida.
Laura.
Jooooo...que historia más triste...Yo también espero que Nelson tenga unos papás y que sea feliz. Y por supuesto...que no le haya pasado nada.
ResponderEliminarBicos, guapa!!
A veces la vida nos manda experiencias muy, muy difíciles, aunque siempre aprendemos de ellas.
ResponderEliminar¡Qué dificil pasar por esa situación!
En parte te entiendo es duro decir no a un peque, en mi caso tuvimos que decir que no por motivos de salud muy graves, aún así la tendré clavadas a hierro en mí.
ResponderEliminarTiene que ser muy dura una situación como la que viviste. Seguramente a Nelson le buscaron otra familia que le esperaba también con gran ilusión.
ResponderEliminarRealmente espero que Nelson haya tenido suerte. La vida es muy larga y quizas te sorprenda!! seamos positivos. Te deseo mucha suerte en este nuevo camino.
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