COMENTARIOS NO DESEADOS

No voy a negarlo: comentarios como el del anónimo del otro día me molestan. No tanto por lo que dicen sino por lo que provocan. Me explico. Yo conté una anécdota de mi hija, un rato de intimidad, una expresión de sentimientos, de ternura. Sentimientos que además son de ella, suyos, no míos. Y esos hermosos sentimientos de amor y confianza pierden el protagonismo por que una persona emite juicios sobre los demás.
Me habéis dicho muchas cosas, en FB, en vuestros comentarios, en correos..... y voy a deciros que no voy a cerrar el blog y que no voy a moderar comentarios. Me gusta este sitio por que entran muchas personas a leer mi experiencia; unos por gusto, otros por masoquismo (por que con semenjante opinión sobre mi no entiendo como me leen y menos aún comentan), otras por que dicen que aprenden, muchas por cariño...... y así podría dar un sin fin de razones.
Hay una cosa que si tengo clara y es que cuento mi experiencia con mi hija, y para ello necesito "destapar" sus sentimentos y contar como ella los vive, los trabaja, como evolucionan. Ser sincera, contar lo bueno, lo menos bueno y lo malo es lo que me propuse y es lo que hago. No pretendo ni gustar, ni convencer, ni demostrar, ni enseñar. Sólo cuento.
Ya he agunatado impertinencias en otras ocasiones. Hubo una que incluso me invitó muy correctamente a ir a psicólogo en busca de ayuda por que a mi hija no le hablaba del abandono como acto loable (esa no era anónima, la única). Hubo otra que me llamó mentirosa sin usar la palabra...... y si rebusco en los comentarios seguro que hay más, pero no tantos.
Pero también es la "gracia" de esto, ¿no? Yo me expreso y los demás también. Nunca he borrado un comentario, aunque también es verdad que nunca me he sentido tan sumamente ofendida como para considerarlo necesario. Y nunca han ofendido a ninguno de mis lectores. Eso si que no lo permitiría bajo ningún concepto.
Yo no invito a nadie a leer. Pero sí a dejar de hacerlo si lo que escribo les desagrada hasta el punto de necesitar molestar.