Pues sobreviví a la experiencia, aunque he de reconocer que hubo momentos en los que pensé que volvería sin voz, sin cerebro, sin paciencia, sin oido..... sin cabeza jajajajajaja
Siempre he admirado a los maestros, pero desde el lunes los de infantil tienen toda mi admiración y mi más profundo respeto. Desde luego no me cabe duda que es una prfesión vocacional y sino no puede funcionar.
Los críos estaban excitadísimos. Una vez en el autobus no paraban de chillar, de brincar.... menos mal que llevaban cinturones de seguridad, sino habrían ido saltando de un sitio a otro. Las voces no pararon.
Por la calle parecían formalitos, pero controlarles fue tarea de titanes. He de reconocer que la peor de todas era la clase de mi hija; desorganizados, poco atentos a su maestra y a mi, nada obedientes..... tremendo!!!!!!
Descubrí a varios niños, a unos para bien y a otros para mal. Me quedé perpleja antes dos en concreto. Cuando están con sus madres son callados, apocados, tímidos, tranquilos..... enmadrados..... y cuando no están las madres DOS MONSTRUOS. Que maldad, que poco callados, tímidos, apocados, tranquilos..... que malos. Me impresiona mucho ver maldad en un niño tan pequeño, pero verdaderamente la hay.
Otro crío, uno que tiene a Xiao revolucionada, es un cielo de crío. Xiao siempre viene haciendome pucheros por las cosas que le ha dicho H. Un día que no era española, otro día que es pequeña, otro que si era mala. Siempre trae algo de H. Pues H. es un protector de mi hija, la mira y se embelesa (que gracioso, por favor, teníais que verle). Es un grandullón, fanfarrón, el fuerte, el duro.... pero cuando ve a Xiao en apuros vuela. Les tocó de pareja para el viaje, y no la dejó suelta ni un minuto; la esperaba, la atendía.... divino. Me decía que él la cuidaba, que no me preocupase.
Y mi hija.... se lo pasó en grande. En el autobus haciendo fiesta como los demás, pasando de mi como debía de ser y disfrutando. En el teatro no pestañeó. también disfrutó mucho y cada día me cuenta algo del teatro. Pasó de mi todo el rato, no estuvo pendiente de que mamá estaba allí. Lo cual me pareció muy buena señal, que domine su espacio y sus amigos y no sea yo su foco siempre. Cuando volvimos al colegio, a media mañana, me dijo que ella aún no podía irse a casa, "teno cosas kaser, mamá" jajajaja pero sí me dijo que yo en el cole no me podía quedar, que tenía que irme. Disfrutamos mucho, cada uno de su parcela, per las disfrutamos como locos.
Y sobreviví a 53 enanos de 4 años jejejejeje
PD.- por la noche tuvimos una de esas conversaciones que no tienen desperdicio y tan reveladoras. Os la cuento más tarde o mañana.
Es agotador y muy enriquecedor, ver a tu hija como de desenvuelve en cole, yo siempre que puedo acompaño a Carmen a las excursiones, y la verdad me encanta, me sorprende como obedecen a la maestra. Por cierto mi Carmen también tiene a su príncipe se llama Rodrigo y la quiere un montón, la llama mi Carmencilla y me hace una gracia tremenda, por que ella a veces va de mujer dura jejejej...
ResponderEliminarUn beso y me alegro que hallais disfrutado tanto las dos.
María
jejeje, la verdad es que tiene que ser vocacional, pero de verdad, no debe ser fácil estar todo el día con ellos.Me alegro de que fuera todo muy bien!
ResponderEliminarYo que estudio magisterio infantil, cada día estoy más convencida de que es algo muy vocacional. El otro día mi tutor de prácticas me preguntaba que por qué había escogido magisterio infantil y yo le contesté que por que no me imaginaba haciendo otra cosa, y es así.
ResponderEliminarMe alegro de que tu niña se encuentre tan bien en la escuela!