CUANDO LA VIDA DUELE

Mi hija está llena de dolor. Le duele su abandono, le duele su soledad, le duele su vida..... y es tan pequeña!!!!
Hoy hemos tenido una charla de esas que no pueden dejarte indiferente, hemos llorado juntas y hemos sentido mucho dolor.... juntas. Lo peor de ese dolor es que siento que acompañarla no basta, que acompañarla no le consuela, ni le da explicaciones, ni atenua sus sentimientos..... y duele, duele profundamente.......
Anoche se despertó a la una poco más o menos. me llamó desde su cama diciendo me que "necesitaba algo". Eso significa que necesita que me vaya a su cama con ella. Hemos pasado el resto de la noche entre abrazos, despertares atormentados, miedos.... una noche de órgago, vamos.
Desde que se ha levantado ha estado bastante impertinente, cosa que he achacado al cansancio, aunque ya sé que cuando pasa esas noches hay algo más, algo que la atormenta y no sabe expresar. Cuando ha vuelto del colegio no ha bajado el nivel: ha hecho todo lo posible y lo imposible para sacrame de quicio y que me enfadase. Y, como lo hace genial, lo ha conseguido. Me he enfadado y ha terminado sentada en una silla castigada. Cuando la siento "a pensar" lo hago en la misma habitación en la que yo estoy, nunca sola. Ha llorado, ha rabiado, ha pataleado. Me ha dicho que no quería que me enfadase, que no quiere que esté enfadada..... al final la he cogido y la he sentado en la mesa, frente a mi y donde podía tocarla y abrazarla. Y hemos hablado de su actitud, de sus motivos, de mi enfado......Le he preguntado que porqué se estaba portando tan mal, que parecía que quería que mamá se enfadase. Y entonces, como si ese fuese el motivo de todo,  me ha preguntado que porque creció en mi corazón y no en mi barriga. Le he vuelto a explicar todo el rollo de que mi tripa está malita y no pueden crecer bebés....... y bla, bla, bla..... y entonces se ha roto..... y me lo ha dicho. Me ha dicho, entre hipos, que no quería estar en la tripa de la señora en China, que quería estar en la mía, en mi tripa, no en mi corazón. Mamá se ha tragado el "eñurgue" y le ha explicado lo de siempre, muy buenas palabras, pero el resultado es que quiera o no, le guste o no, no estuvo en mi tripa ni lo estará, que no podemos cambiar lo que pasó ni como pasó. Y se ha revelado contra su vida, contra su destino. Decía que no quería a la señora a de la tripa, que no le gusta esa señora, que es mala, que no la quiere, que no fue su mamá. Yo sólo la he abrazado y la he dejado sacar todo, aguantando mis propias lágrimas.
También me ha dicho que no quería que nadie la encontrase, que nadie la llevase a ningún sitio, que no quería estar en China, que no quería ir al orfanato, que ella no quería estar allí. Que allí estaba "muy sola" (textual) y triste y me echaba de menos. Cuando se ha callado sólo lloraba, abrazada a mi..... y he llorado con ella. Hemos llorado mucho y nos hemos limpiado las lágrimas mutuamente.
Le he dicho que llore cuanto quiera, que se enfade con toda China si eso le hace desahogarse, que no volverá allí (al menos para quedarse), que estamos juntas, que podemos llorar todo que quiera y necesite, pero no cambiaremos ni su vida ni la mía.
Ha sido un rato muy intenso y muy doloroso. Sé que no puedo hacer nada más que estar ahí, pero también siento que no es bastante. Y no os podési imaginar como duele...... su dolor.
Cuando las dos estábamos ya más tranquilas, entre muchos besos y muchos quereres, me ha cogido la cara con sus manos y me ha dicho "eres pesiosa, mamá"...... y me ha dado el beso más bonito que he recibido jamás.