BALANCE DOS AÑOS DESPUES

Ya han pasado dos años desde que Xiao abandonó su China natal y el que fue su hogar durante sus primeros dos años de vida: un orfanato.
Según he leido a algún experto, a un niño que ha estado institucionalizado se le puede empezar a valorar con "normalidad" cuando ha pasado en su familia el mismo tiempo que pasó en la institución. No sé si será verdad, pero lo cierto es que mi hija empieza a ser una niña de 4 años "normal". Que ya ha pasado prácticamente el mismo tiempo en familia que en orfanto, y que siento que la "normalidad" va entrando en su vida.
El cambio en este último trimestre ha sido y está siendo espectacular. Para empezar puedo decir que desde hace dos meses duerme en su cama (sigue dentro de mi habitación, pero se queda en su espacio, no invade el nuestro ni me reclama en el suyo), entre 10 y 11 horas del tirón, sin sobresaltos, sin terrores, sin despertares...... alguna pesadilla de vez en cuando, pero nada fuera de lo que puede considerarse "normal". Ahora a ver si mamá es capaz de coger el ritmo de sueño, que despues de dos años de levantarme una media de 3 ó 4 veces por noche no soy capaz de dormir del tirón yo también..... gajes del oficio..... y de la edad supongo...... :-))
Social y afectivamente también es otra niña. Se relaciona estupendamente con otros niños. No tiene ningún problema para entablar conversación y juegos aún cuando no conoce el espacio o a los niños. Si vamos a un restaurante, a un parque nuevo, donde sea, ella busca niños y a los dos minutos está jugando como si fueran sus amigos de toda la vida. Con los adultos pasa algo parecido. Tiene muy claros sus afectos; sabe quien le gusta y quien no; sabe con quien quiere estar y con quien no; a quien da besos y a quien no; con quien se queda "sola" (esto significa sin mamá) y con quien ni loca; o simplemente con quien juega y de quien pasa aunque se muera de aburrimiento. Vamos que lo tiene claro, y lo malo de su clarividencia es que muchas veces hace desprecios a quien no es "políticamente correcto", pero es lo que hay. La puedo obligar a respetar, y de hecho lo hago, pero no a querer.
Es capaz de demostrar cariño y de expresarlo. Me besa a mi (mucho), a su padre, a los míos, a sus muñecos, a sus cosas, a sus primos..... da muchos besos, hasta que "se le gastan", cosa que suele ocurrir cuando la persona que reclama el beso a ella no le gusta. El otro día, despues de recibir unos cientos de besos míos en un ataque que me dió, me pregunto: "¿es que a ti no se te gastan nunca?" jajajajajajaja. Sí, también es ya capaz de decirme que la deje en paz, que soy una pesada, que no quiere que la quiera y perlas similares. Siempre me he tomado esos comentarios como una muestra de su seguridad en mi, creo que ya sabe que diga lo que diga dará igual: mamá la quiere y la querrá.
En el colegio también ha dado un cambio brutal. La maestra está muy sorprendida de la evolución. Ha pasado de necesitar apoyo a estar al nivel de la clase. Al principio no demostraba interés por lo que aprendía y ahora se involucra mucho en el ritmo dela clase, está muy activa y con mucho interés. Si a esto le añades que es una niña tremendamente trabajadora nos da un avance muy grande. Está muy apegada a la maestra y eso también ha ayudado. Cuando Xiao se siente querida se entrega plenamente. Y creo que eso es lo que le ha pasado también en el colegio. Eso y que ha madurado.
¿Todo cosas buenas? Pues supongo que no, este camino es de por vida, es una carrera de fondo larga, muy larga espero. Nos encontraremos muuuuuuuuuchos baches, muuuuuuuchos obstáculos..... pero trabajaremos en ellos, con ella, para ella, para nosotros. Ya sé, lo he aprendido, que este no es un camino de rosas pero es el camino más bonito que podía haber elegido en la vida: el de ser madre, la madre de una niña herida, la madre de mi hija.
Mi balance despues de dos años no puede ser más positivo, por que veo que, aunque hemos elegido una ruta llena de escollos, estamos en el buen camino.