Cuando hablamos de niños que han sufrido malos tratos y abandono hablamos de su memoria emocional. En mi entrada anterior os contaba como mi hija se "defiende" de su dependencia afectiva, como su memoria emocional le hace estar alerta sobre esos sentimientos.
Pues hoy he experimentado en mi propia carne la memoria emocional, algo que crees que controlas hasta que compruebas que no.
Esta mañana hemos regresado, despues de 13 meses al hospital donde operaron a Xiao. Desde que he traspasado la puerta he sentido el vértigo de entonces, la montaña rusa...... la luz, el olor, los sonidos, la gente, todo me provoca sentimientos muy fuertes, emociones muy arraigadas..... en la planta hemos saludado a las enfermeras, hemos dado una vuelta y he revivido mucha emoción y muchos recuerdos. El más fuerte, un ataque de ansiedad que sufrió mi hija, la noche antes de la operación. Habíamos pasado el fin de semana en casa y regresamos esa noche al hospital. Un ataque de ansiedad en un niño de 3 años es para vivirlo, no se puede imaginar ni expresar...... podía volver sentir mi angustia, mi impotencia y mi dolor, que no eran otros que los que mi hija vivía.
Y en la cafetería, sentada con Xiao a una mesa, he bebido un sorbo de café y el olor que me ha subido a la nariz me ha traido a la mente los primeros minutos de la espera, cuando mi hija acababa de entrar en el quirófano y se me han saltado las lágrimas. He podido saborear el amargor de aquel café como si me lo hubieran vuelto a poner.
Hoy he comprendido perfectamente como es vivir que vuelves a sentir algo, aún teniendo conciencia de que ya pasó, de que no regresará. Hoy he podido comprender un poco mejor como se siente mi hija cuando regresan las emociones, cuando siente otra vez el miedo y la angustia. Y sé que es inevitable.......
Hay emociones que las tengo grabadas, lo sé. Pero no es inevitable volver a sufrirlas cada vez que se despeirtan. Mi hija me duele por ello tengo que hacer limpieza emocional. Si yo no estoy fuerte o más libre posible de emociones malsanas ¿Cómo voy a enseñar a mi hija dejar marchar las suyas? Y en ello estoy.
ResponderEliminarun abrazo muy fuerte
Itsao
Deberían darnos armas para proteger a nuestros hijos de todo y que todos sus sufrimientos los pasásemos nosotras que sí que somos capaces de soportarlos.
ResponderEliminarNo sé si te van esas cosas, pero te he dejado un premio en mi blog (www.educandoacuatro.blogspot.com). Si te apetece puedes pasarte por allí y darte un paseo.
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