Tengo muchas ganas de contaros una historia, la historia de una familia muy cercana y muy querida para mi. Es una historia de esas que no te deja indiferente, primero por que suena a invento, parece que esas cosas no pasan en la vida real, ni en una gran ciudad, ni cerca de uno..... o simplemente no pasan.
Es una historia que comienza cuando dos mujeres se conocen, por casualidad, entablan conversación y de ahí pasan a una estrecha amistad. Pasan unos años de charlas, confidencias, vivencias que estrechan la unión. Vidas diferentes, edades diferentes, procedencias diferentes..... una de ellas madre de dos hijos, la otra no es madre..... hasta que de un día decide serlo. Y su pareja y ella tienen un hijo. Su amiga se convirtió en la madrina de ese niño deseado y buscado. Ese niño vino al mundo en una casa en la que no había problemas económicos ni, aparentemente, de ninguna índole. Su madrina estuvo en el parto y fue la primera persona que le cogió en brazos. Le puesieron el nombre del hijo mayor de su madrina.
Ese niño iba bien vestido, nunca tuvo señal alguna de violencia, aparentemente estaba bien tratado. Tenía problemas con la comida pero nada que no pudiera tener cualquier niño. Nadie de su entorno, guardería, colegio despues, amigos, familiares, NADIE, podía sospechar que le estaba pasando.
Hasta que les explotó en la cara. Y ese niño, cuando tenía 4 años, se quedó para siempre en casa de su madrina. Y su madre dejó de ser su madre..... y empezó a tener un hermano con su mismo nombre, y unos padres nuevos.
Ese niño nació de una madre con un trastorno de apego grave, pero que nadie había detectado. Vivió 4 años con un hijo al que había abandonado el mismo día que nació. Fue incapaz de apegarse a él y él sufrió unos malos tratos durísimos, sin violencia, pero no mejores por eso.
Y dos personas, que hoy son su padre y su madre, con un proyecto de vida cerrado, se vieron siendo padres de un niño de 4 años con unos problemas increíbles por sorpresa, sin elección. Por que no fue una paternidad elegida, se la impuso la vida y el momento.
Hoy ese niño tiene 7 años, y trabaja duro, día a día, con sus padres y sus hermanos para ser feliz, para asimilar el dolor que padeció y aún padece.
Son una familia con una genersidad y una valentía que apabulla. Y sus esfuerzos se verán recompesados. Por que ese niño, su hijo, va a ser una gran persona y va a ser feliz. Estoy segura.
Que tortuosos caminos elige el Hilo Rojo...... o el Destino o quien sea......
Qué historia!! Me ha conmovido!! Que duro es hablar de malos tratos!! Desde luego que los caminos que el destino (o lo que sea) elige son a veces dificles de entender pero en este caso creo que este niño ha ido a parar a una familia maravillosa y esta claro que todos van a ser felices gracias a eso, ojala pudieran borrarle esos malos momentos que debió pasar. Besos
ResponderEliminarAmiga, me has sorprendido, cuando pueda parar de llorar igual podré decir algo, de momento, solo GRACIAS.
ResponderEliminarYo también conozco esa historia y no tiene mas remedio que tener un final feliz, o un desarrollo y camino feliz. Un beso fuerte.
ResponderEliminarUna historia hermosa donde las haya, con un principio tortuoso y final feliz seguro, y mientras tanto la felicidad y las dificultades que pueden ir de la mano, no son otra cosa que AMOR de ese que no pregunta, de ese que se instala en el alma y nada más. De nuevo decir que me siento orgullosa de las personas que voy encontrando en este camino, como Xiao y Concha.
ResponderEliminarun beso a las dos
laura
Es precioso, me alegra que ese niño haya encontrado una familia que le quiera.
ResponderEliminarSólo una pregunta, el padre biológico tampoco le quería?
Marta.
Y que pasa con el padre???
ResponderEliminarEnfin, menos mal que ese niño tenía una madrina que le quería y que lucha por hacersele feliz.
Emma
Veo que haceis preguntas y creo mereceis respuestas. Le tomo prestado un parrafo al libro de Barudy y Dantagnan, "Los buenos tratos a la infancia", que explican perfectamente la razón por la cual mi hijo tiene un trastorno del apego inseguro ansioso-ambivalente con su madre biológica, y el papel que juega su padre.
ResponderEliminar"Muchas de las madres de estos niños esperan satisfacer sus propias necesidades afectivas y de apego a través de la cercanía e intimidad que les ofrece la maternidad. Cuando esto no les resulta, la maternidad se vuelve una tarea estresante y desesperanzadora, disminuyendo así su habilidad para responder y ofrecer cuidados y apoyo a sus hijos.
ResponderEliminarLa inseguridad y sensación de ineficacia frente a su hijo que demanda puede paralizar a la madre, que entonces se vuelve sumamente negligente. Generalmente la vida familiar de estos niños gira en torno a ellos y su madre; el padre queda fuera de esta relación. La relación entre este y el niño es mínima.
En este ambiente familiar no hay espacio ni tiempo para satisfacer las necesidades del niño y, como anteriormente decíamos, si éste utiliza la estrategia de indefensión-pasividad y ausencia de rabia-, ésta no motivará a la madre a responder, por lo que se cronifican las conductas de dependencia y se refuerzan las representaciones de sí mismo como no "amado", indefenso y solo, y la de los otros como inaccesibles, insensibles, no fiables"
ResponderEliminarA mi tu historia me ha hecho pensar: ¿Cuantos niños habrá creciendo hoy en día en familias "aparentemente" perfectas, mientras sufren una violencia todavía más cruel que los maltratos evidentes, y nadie hace nada, nadie se entera de nada, y el niño es simplemente un niño mimado y "malo"??????
ResponderEliminarMaria,¡cuanta razón tienes! Yo en mi entorno conozco tres casos clarísimos, el primero es un compañero de clase de mi hijo, diagnosticado como TDAH, y convenientemente "chutado", las incapacidades parentales de sus padres son más que evidentes, y el trastorno del apego del niño lo vería un ciego. Entre otras, el niño le hace a su madre este tipo de preguntas: ¿si me tirase por la ventana, sufrirías?, ¿mamá, soy yo el bebé que tú hubieras querido tener?
ResponderEliminarEl segundo es el de una abuela cuya hija tuvo un bebe, se desinteresó por él al punto de que la abuela solicitó y obtuvo la tutela de su nieto. El niño crecía feliz. Años después encuentra una nueva pareja y tiene con el dos niñas, la abuela termina haciendose cargo de los tres, hasta que un buen día la madre biológica, decide que le apetece ejercer de tal.
ResponderEliminarLa lucha de los abuelos en favor del bienestar de los niños ha sido inútil, ignorando el historial de la madre, se le reconocieron sus "derechos". El otro día me encontré a la abuela, lloraba mientras me contaba el estado en que están los niños.
El tercero es el de una mujer, funcionaria de cierto nivél, (la mamá anterior es profesora de inglés) que ya en la madurez de su vida, decide ser madre soltera, cuando vé lo sacrificado del asunto, argumentando una depresión y las dificultades que la crianza de su "difícil" hijo, lo va soltando a cuantos familiares se dejan. El niño presenta problemas emocionales, y la madre busca desesperada un diagnostico de TDAH que la libere de culpa.
ResponderEliminarGracias Concha por explicarnos un poquito más. Parece mentira todos los exámenes que pasan los padres adoptivos, que veo bien, y la dejadez que hay en el tema de la paternidad biológica. Creo que se mira mucho los derechos de los padres biológicos y poco el de los hijos, lo digo por el caso de la abuela.
ResponderEliminarMarta.
Ojalá que el amor de su nueva familia cure tanto dolor. Es una historia durísima, y como María, he pensado en cuántos niños y niñas sufrirán sin que nadie les preste voz situaciones de ese tipo. Concha nos ha recordado sólo unos ejemplos de tantos casos que, por desgracia, existirán. Xiao, enhorabuena por tu blog. Cati
ResponderEliminarHola nena.
ResponderEliminarHan pasado 5 días y no dejo de pensar en este post.
Es muy fuerte lo que ha pasado ese peque, me quedo con el comentario último: "ojalá que el amor de su nueva familia cure tanto dolor".
Un fuerte abrazo.
Niños dañados...podrán superarlo? Con una madre como tú...seguro que sí, aunque a veces, la sombra de la tristeza le tape la luminosidad del amor...Un fuerte abrazo, Concha...cómo nos sorprende la vida con otra vida que nunca pensamos vivir...eh!!! Otra vida con mucho dolor, pero, no lo niegues, con mucha emoción...e intensidad...
ResponderEliminarBesitos, Concha, eres una gran persona y una gran madre.
ResponderEliminarVivo en la duda, grito más de la cuenta, exijo cuando no toca, me rebelo y saco lo peor de mi misma muchas veces, eso sí, cada noche me prometo a mi misma intentar hacerlo mejor al día siguiente. Algunos días hasta lo logro.
ResponderEliminar(los menos ¡eh!)
Que duro, que pena el pobre crió pero que suerte haberos tenido como madrina, Concha. Muchas gracias por explicarnos tantas cosas y gracias Xiao por contarlo. Un besito
ResponderEliminarLa paternidad no la da la adopción ni la biología, sino la responsabilidad. Duele mucho leer historias como ésta... pero por desgracia existen. Un abrazo
ResponderEliminarPD. Yo también lloré con INDÓMITO Y ENTRAÑABLE.Un gran libro sin dudas.
Concha: la historia es tremenda, consuela pensar que tu hijo haya podido encontrar una nueva familia... sin duda hay muchos en circunstancias similares que no tienen esta suerte, algunos más cerca de lo que pensamos.
ResponderEliminarOs recomiendo el documental "Los monstruos de mi casa", que habla de cuándo las madres se convierten en monstruos... quizás una de las situaciones más tabús en nuestra sociedad, donde las madres son "buenas por definición".
Marta, por desgracia, yo creo que entre los padres adoptivos - y entre las madres - también las hay como las que describe Concha, no creo que la adopción, ni el CI, sean garantías para una buena paraentalidad.
Gracias por la entrada.
http://madredemarte.wordpress.com/