Antes de adentrarme en la realidad de la adopción tenía muchos prejuicios sobre ella, muchísimos. Y sacarmelos no ha sido tarea fácil. He tenido que leer mucho y que escuchar mucho. He necesitado interiorizar y reflexionar sobre muchas cosas, abrir la mente a conceptos jamas pensados, aprender a ver y entender sentimientos desconocidos, necesidades que ni me imaginaba que se podían tener. Posiblemente si tuviera que decidir hoy donde adoptar vovería a China, pero los descartes no serían por los mismos motivos que lo fueron hace 6 años.
Cuando decidimos adoptar nos planteamos muchas opciones y sopesamos muchos factores. La primera decisión fue si adopción sería nacional o internacional. La adopción nacional quedó descartada casi de inmediato por una razón muy sencilla: a mi el periodo preadoptivo, el tiempo de acogimiento me producía un miedo insuperable. No me sentía preparada para afrontar adversidades de cualquier tipo durante esos años, a veces bastantes, en los que tu hijo no es aún tu hijo y lo puedes perder por muy diversas situaciones.Y el otro motivo para descartar la adopción nacional se basaba en uno de mis prejuicios: la familia biológica. Me producía un malestar terrible pensar que la familia biológica pudiera un día buscar a mi hijo. No sabía como encajar eso. Jamás me planteé que mi hijo puediera buscar sus orígenes, jamás. La necesidad del adoptado por conocer su origen era una de las cosas que nunca se me había ocurrido. Ni en lo más recondito de mis pensamientos entraba esa posibilidad. De hecho, la primera vez que me topé con esa realidad me quedé de piedra, absolutamente sorprendida. Pero no estoy hablando de superar prejuicios. eso lo dejo para otro día. Hoy por hoy no sería la familia de origen la que me daría miedo, lo seguiría siendo el periodo preadoptivo.
Una vez claro que sería adopción internacional comenzó la búsqueda de información por paises. Los organismos oficiales no te ayudan nada en este sentido. Te has de buscar la vida sí o sí, por que de no hacerlo, no adoptas. La información de CORA nos ayudó bastante en cuanto a requisitos y tiempos. No fue muy difícil decantarse por China. El proceso es bastante claro. Al ser un proceso administrativo y no judicial, está todo perfectamente regulado y sabes desde el principio que necesitas, como, cuanto y cuando. Se respetan los tiempos de espera, tu turno es tu turno vayas por Ecai, seas americano o amigo del embajador. La rapidez en asignar era también una baza importante para China, aunque ahí dimos en hueso: lo que iban a ser un año y medio o dos a lo sumo se convirtieron en cuatro. He dicho "cuanto", y es que el desembolso que supone una adopción internacional también se tuvo en cuenta. Hicimos muchos cálculos y muchos números. Y con China podíamos hacerlos con cierta exactitud, ya que sabíamos lo que había que dar, independientemente de que el "donativo" te parezca bien o mal, sabíamos cuanto.
La falta de filiación y datos sobre la familia de origen era otro factor que tuvimos en cuenta, y aunque esto era así en la mayoría de los paises, en China era casi seguro que no la tendría. Un fantasma que no ha sido tan difícil vencer, pero que tuvo mucho peso en su momento.
El viaje también un factor que pesó mucho a favor de China. Es un solo viaje y dura 15 días siempre (excepto si viajas a una provincia determinada que son 3 semanas). No hay sorpresas, ni retarsos ni nada. Llegas, te entregan a la niña y las 24 horas es tu hija, sin marcha atrás por parte de nadie. Y esto fue lo más importante para mi, tu hijo es tu hijo por adopción plena 24 horas despues de estar contigo. No hay juicio, no hay marcha atrás: firmas y es tu hijo.
Podría deciros que la transparencia del proceso, que China me fascina, que ....... mentiría. Yo busqué claridad, es decir, saber y entender qué me pedían, qué necesitaba, los ritmos y los pasos. Vamos, un proceso administrativo regulado y claro. La transparencia no me la planteaba por que nunca pensé hubiera "trampa" detrás. Siempre me creí que en China se abandona voluntariamente a las niñas, y hoy, con mucha más información y menos prejuicios que entonces, me lo sigo creyendo.
Y hoy China me fascina, pero no sentí nada por ese pais hasta que lo pisé y lo conocí. Me encantaría volver y conocerlo mucho mejor. Volveremos seguro. Deso que Xiao pueda decir que nació en un pais lleno de cosas bonitas, y de cosas buenas, por que las ha visto y las ha sentido. Y que esté orgullosa de haber nacido allí.
Curioso k hoy comentes este asunto... Justo ayer, recogiendo la cocona, me vino un pensamiento a la cabeza... " Como podemos ser tan idiotas algunos, algunas veces, creyendo que por traer a nuestros hijos del fin del mundo su familia biologica desaparece para siempre??? " Y es que mis razones para adoptar en China, hace ahora 5 anios, fueron muy parecidas a las tuyas, solo que yo ahora veo las cosas totalmente al reves... Ni veo los procesos tan claros, ni pretendo k mi hija no sepa nada de sus raices bio, es mas, soy yo la que ma quiere saber y por supuesto volver....
ResponderEliminarPilar :O)
El regalo más bonito que le haces a tu peque es todo lo que sientes por ella, que es maravilloso.
ResponderEliminarAlgún día leerá este blog y le encantará ver todo lo que la has buscado y soñado y lo que la quieres.
Leerte es sentir amor.
En este proceso es lindo todo lo que uno crece/aprende -a mi me pasa solo leyendo y releyendo-. Y el aprendizaje es lo que cuenta.
ResponderEliminarCuando llegue a China, el tema dinero me resultaba absolutamente "chocante" pero con el tiempo uno va entendiendo las cosas.
En su gran mayoría, los chinos no tienen el concepto de la "segunda mano", por eso puede ocurrir que algunos orfanatos no acepten ropa o juguetes usados.
La relación que tienen con el dinero es muy diferente a la nuestra. Cumpleaños, casamientos, año nuevo chino -entre otros- son los acontecimientos que los chinos eligen para regalar dinero, el famoso sobre rojo o hong bao.
En el grupo de personas que frecuento hubo varios casamientos, y los sobre partían desde los 300 euros. Y cuando llegábamos al hotel, había alguien encargado de contar el dinero en tus narices y anotarlo.
Para el año nuevo chino le han regalado a mi hija sobres con 50 y 100 euros.
Tengo dos maletas con cosas de bebe, que ni siquiera la señora que me ayuda -con una nieta 4 meses menor que mi cría-, me las ha aceptado.
Y si, regalar o donar dinero es casi obligatorio. Mis alumnos cuando se gradúan tienen que donar/regalar dinero a la Universidad, y también hay un monto básico que respetar. Cuando hay terremotos o inundaciones, no dejan sobre el escritorio de la oficina un sobre con corazones para poner dinero. Y después hacen publicaciones diciendo cuanto dono cada uno.
Te pueden preguntar cuanto es tu salario, como si habláramos del precio de las verduras.
Para mi no hay culturas mejores o peores, simplemente diferentes. Me gusta mucho leerte, un fuerte abrazo:)
Muy interesante todo lo que comentas.
ResponderEliminarMe lo llevo al resumen de blogs de papás y mamás en Bebés y más de esta semana.
Un saludo!