miércoles, 3 de noviembre de 2010

EQUIVOCARSE

Llevo días sin escribir. No es que no tenga temas, que hay muchos, es que me ha faltado tiempo y ganas. Estoy bastante vaga con todo, con la limpieza, con el blog, con la plancha, con la lectura, con la comida .... vamos, con todo.
Así que hoy he decidido ponerme las pilas y escribir (no creais que voy a quitar una mota de polvo o a cocer unos espaguetis).
Empezaré diciendo que hoy Isa y Laura están en mis pensamientos. Las dos (o al menos eso espero) están conociendo hoy a sus hijos.... que emoción, que nervios. Ójala les vaya bien y tengan un encuentro tranquilo.
Este puente lo hemos tenido movidito. Por un lado tuvimos el domingo un bautizo. Tuvimos que viajar algo más de 200 km, ida y vuelta en el día, y fue un poco paliza. Estas cosas, aunque parezca que no le afectan a Xiao le revuelven mucho el cuerpo, así que el lunes fue un día de esos malos, malísimos. Entre el viaje relámpago y el cambio de hora.... terminamos el día como el rosario de la aurora.
La niña está en fase de negarse a todo, de medirse continuamente. Cuando está sola conmigo se contine más, ya sabe hasta donde llego, que no es muy lejos, y que suelo ganar yo las batallitas. Pero cuando está su padre..... ay, cuando está su padre..... La mayoría las veo venir, por que la conozco, no por que sea yo la más lista. Pero no puedo ni debo intervenir. Y me retuerzo viendo como una enana de 4 años toma el pelo a un señor de más de 40 y el señor de más de 40 se cree que la enana no le toma a él el pelo...... Empezaron el día metidos en una batalla por un trago de leche. Batalla que ganó la niña la niña engañando al padre aunque el padre estaba convencido de que había la había ganado él.... mal rollito. Xiao se creció y estuvo todo el día tocándome el higado, desobedeciendo, retando, amenazando..... Cabezona como ella sola; no comió por cabezona y no dar su brazo a torcer. Tuvo el plato de sopa de pollo (de la tuya Esther) con su pollito y su zanahoria toda la tarde. No lo tocó. Cada vez que pedía de comer: el plato de sopa. A llorar un ratito... a hacer que comía.... a escupir lo masticado..... de verdad, desesperante. Y hablo sólo de la comida pero era con todo. Si salíamos por que salíamos y si nos quedábamos pues por que nos quedábamos. Protestar y llorar y desobedecer y hacer de su capa un sayo. Sabeis de que hablo ¿verdad? DESESPERACIÓN.
Lo peor de la situación es que la había visto venir desde por la mañana. Y no podía poner remedio, por que tenía que poner en su sitio a la enana de 4 y al grandullón de más de 40. Y al grandullón no puedo ponerle en su sitio delante de la enana.... y por que tienen que construir su relación, sin que yo intervenga en como y donde se han de poner los límites. Aunque ganas me dan, que conste.
Acabé el día reaccionando muy mal. Me sentía agotada y cabreada. La niña escupiendo verduras masticadas y poniendose farruca, el padre con la cantinela "obedece a mamá, haz lo que te dice mamá, mamá tiene razón, como no obedezcas a mamá esto, como no hagas caso a mamá lo otro........" Me desbordaron, no podía más y me bloqueé. Solté los cubiertos, cogí móvil y llaves y me fui "de paseo".
Se creó un desconcierto total, no sé si estaba más descolocado el padre o la hija. Mi marido detrás mio diciendome que donde iba que qué hacía...... aterrado. La niña se quedó muda, sin lágrimas y se tragó lo que tenía en la boca...... aterrada. Y yo que cerré la puerta detrás de mi y eché la llave.
El caso es que cuando terminé de cruzar el patio (6 ó 7 metros) me vi en zapatillas y pensé que donde demonios iba. Así que silencié el móvil (señal de que aún estaba un poco lúcida) para que si alguien se le ocurría llamar no me oyeran, y me senté en mi patio. Estuve 5 minutos repirando hondo y volví a entrar. Dentro había una batalla campal entre el padre y la hija. La había castigado a dormir en su cama, sola y como os podéis imaginar la niña no tenía consuelo.
Subí (subimos los dos) con ella, la acosté en su cama y me quedé con ella. Le dije que tenía que dormir ahí por que papá lo había dicho, pero que no se iba a quedar sola, que yo me quedaba con ella.
Luego hable con el padre. Le dije que nunca volviera a castigar con algo que ella teme. Y que debe aprender a tener recursos con ella, que las cosas no son sota, caballo y rey ni son lo que nosotros vimos y vivimos. El pobre se sintió fatal. Dice que siempre tiene la sensación de que no lo hace bien.....Ufffff que complicado. Mi marido muchas veces parece más niño que su hija. Y yo quería ser madre, pero no de un hombre de 40 años.... y me encabrono viva.
Esta mañana Xiao se ha despertado muy pronto y me ha dicho que quería hablar. "¿De qué, hija?" y me dice: "de China, de la cajita" y hemos hablado aunque hoy era ella la que me lo contaba. Para terminar me dice: "mamá yo no kero tu vayas paseo" y yo sin relacionarlo con la noche del lunes...... "tu vas paseo metes cajita a mi"...... vale, ya he reaccionado, "me estás diciendo que si yo me voy de paseo ...... ay, mi vida".... la he pedido perdón por haberme ido, por haber sido tan impulsiva. Le he dicho que me enfadé mucho pero que no tenía que haberme ido, que lo hice mal y le pedía perdón..... se me ha abrazado y hemos llorado las dos. Mi pobre hija repetía que no quería que me fuera de paseo, que no quería..... Joder que mal me he sentido.
Pero por otro lado pienso que no siempre voy a poder mis impulsos, ni mis reacciones. No puedo medir mis palabras y mis actos en todo momento, y menos aún cuando uno está bloqueado.....
Pero hoy me siento fatal por no haberme controlado, por no haberme hecho dueña de la situacion cuando estuve a tiempo. Me siento fatal por haber herido a la niña..... pero soy humana y a veces no hago lo correcto, me equivoco.

10 comentarios:

  1. Claro que nos equivocamos!! Pero más importante que caerse es volver a levantarse... y eso no se os da mal, verdad?
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Bienvenida al club de las madres imperfectas :o)!!!!
    Pero lo importante es saber reconocer el error y enmendarlo. Es mucho, pero que mucho peor, seguir en tus trece por miedo al dolor de reconocer el error ¿No crees?
    Un beso y ánimo, guapa. Yo llevo tres dias encerrada con dos crios con varicela (como ya sabes) y el pequeño incubandola y también me subo por las paredes...... La tele lleva tooda la tarde en playhousedisney y de verdad, ya ni remordimientos tengo de lo cansadina que ando y el dolor de cabeza que tengo........ es que una es humana tambié,. Mañana no habrá tele en compensación, ale!, e intentaré hacer magdalena que si me suban ;o)

    ResponderEliminar
  3. No te exijas tanto! A travès de tus relatos, se puede ver que estàs en todo momento pendiente de detalles que podrìan lastimar a tu hija y cuidandolo todo. Eso està muy bueno, pero no sos de cera! todos tenemos momentos de explotar, y se hace lo que se puede. No te angusties porque en definitiva fueron 6 minutos y por otra parte, la nena comprobò que te podès ir super enojada, pero que vas a volver, y eso es bueno para ella tambièn.
    Que paciencia que tenès!!
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Qué dificil, todos hemos perdido la paciencia alguna vez con los hijos, y eso que yo me repito, María que tu eres la adulta, pero en mi caso luego viene el padre de trabajar a las nueve de la noche y me dice que no tengo paciencia.
    Y a veces Carmen parece que la pone a prueba desde por la mañana hasta que se acuesta.
    Un saludo
    María

    ResponderEliminar
  5. Este fin de semana en mi casa parece que ha tenido mucho en común con el tuyo.

    Cuando caemos en el error de intervenir los dos en una rutina, comida, vestirse, etc., ya la hemos liado. El niño explora nuestros limites, y terminamos disparados, y con frecuencia enfadados entre nosotros. Bailamos la danza que el niño quiere, y que desde luego no le beneficia.

    Como tú dices, no es cuestión de ser más lista, lo que ocurre es que cuando uno pasa tantísimo tiempo con su hijo, sabe como y de que manera actuar, vale, si metiendo la pata tambien muchas veces, pero para papá que pasa solo un ratito en casa al día, la cosa se complica bastante.

    Lo tuyo ha tenído final feliz, se lo ha puesto tu hija, expresando una vez más sus sentimientos, y dandote a tí la oportunidad de disculparte. ¡Es increíble lo que aprendemos todos con esta niña!

    No sé si lo hacemos bien, pero lo intentamos con tanto ahínco, que nos merecemos un "PROGRESA ADECUADAMENTE".

    Un beso

    ResponderEliminar
  6. Bueno, pues no puedo decirte otra cosa que no te hayan dicho ya, eso si cada dia nos parecemos más y es que me siento tan unida a ti, es una empatia enorme y encima nos sentimos igual con las mismas cosas.....
    un beso enorme
    laura

    ResponderEliminar
  7. Jo, qué duro, me da mucha pena que te sientas tan mal. Yo pierdo la paciencia con mis enanos más veces de las que me gustaría, y luego es verdad que te sientes fatal.

    Pero, sin perjucio de que los adultos somos nosotros y de que es nuestra responsabilidad controlar la situación y mantener la calma, creo que tampoco es tan malo que vean que somos humanos, tenemos días buenos y malos, que podemos estar cansadas, etc. De hecho creo que hiciste lo mejor, que es coger un poco de aire para recuperar la calma. Y si ves que la niña tiene miedo a que te vayas, pues otro día lo puedes hacer yéndote a otro cuarto de la casa. Eso es lo que hago yo ahora cuando mis hijos se ponen diabólicos. Les digo que me estoy enfadando mucho, y que no quiero estar con ellos hasta que se me pase el enfado. Sé que no es lo mejor, pero por lo menos no empeoro la situación (gritando o diciendo cosas de las que luego puedo arrepentirme).

    No sé, aunque mal de muchos es consuelo de tontos, que sepas que mi hijo mayor (2 y medio) se pasa el día desafiándome, pero luego a la vez sólo quiere estar conmigo. Y claro, tooooodo el mundo opina. Y es agotador, parece que siempre lo hace uno mal.

    Yo últimamente lo que intento es coger distancia y no ver las rabietas, zurres al hermano, y demás lindezas de mi enanao como mis fracasos como madre, si no como señales que me da mi hijo de que me necesita, para no enfadarme y para mantener la calma. Pero es difícil.

    Te mando mucho ánimo y un beso fuerte. Y no te olvides de que eres la mejor mamá del mundo ;)y además a mi me ayudas a mejorar!
    S

    ResponderEliminar
  8. Pues sí, independientemente de que todas y todos nos equivocamos (yo a veces tengo la sensación de que no hago ni una derecha) no creo que ni siquiera equivocarse o ser humana sea un error. Tú reaccionaste como sentiste en ese momento, necesitabas esa distancia, esa "trnauqilidad" contigo misma que enseguida supiste reconducir y entiendo que después te sintieras mal con el comentario de tu hija.
    Pero creo, en mi humilde opinión, que estuvo bien que te disculapras con ella pero que también es bueno decirles que aunque una un día se enfade o se vaya un momento nunca, NUNCA, los vamos a dejar en ningún sitio, estaremos con ellos para siempre. Que, aunque este razonamiento adulto es válido para nosotras no lo es igual para nuestro hija o hijo que hace un razonamiento desde otro lugar... "tu te vas, eso ya me pasó... no quiero que te vayas" punto. Pero no está de más ir recordándoselo en momentos como ese.

    Mucho ánimo guapa, yo creo que lo haces muy bien. Un besazo.

    Lyd.

    ResponderEliminar
  9. Te escribo y me lo recuerdo...¡¡pues claro que sí, Carmen!!!somos personas...y eso es lo bueno, aunque a veces no lo hagamos como debieramos...Tu hija tiene una madre real, de carne y hueso, humana, que se equivoca de vez en cuando y que por eso, porque es humana y tierna, sabe reconocer sus equivocaciones y sabe pedir perdón...A pesar del trago y el mal rato y del descontrol, creo que has dado un buenísimo ejemplo y lección a tu hija: reconocer los errores y pedir perdón...ufff! ¡¡qué importante tu ejemplo...hija mía!!
    Yo lo hago porque también me equivoco, me descontrolo y me arrepiento...y ese momento del "lo siento" es precioso entre mi hija (que tiene ya sentido de las cosas) y yo...A eso le estoy acostumbrado a mi marido (parecido al tuyo con su falta de estrategias educativas...igualessss!!) Mi hija, sabe pedir perdón, y lo hace cuando sabe que algo no está bien, una mala contestación, un respingo, o un "paso de tí mamá"...y es que todos erramos...porque somos imperfectos, aunque lo mejor es verlo, reconocerlo y arreglarlo...
    aunque sea inevitable sentirse mal...No somos madres robot programadas para amar sin fisuras ni errores...Gracias a lo que sea, somos madres-personas con nuestras debilidades y momentos de saturación...Ya sabemos a aquello de contar tres...pero a veces, no funciona...qué le vamos a hacer!!!
    besotes de Pilar
    Los de los maridos...ufff! lo dejamos para otro día...es lo peor que llevo...sus coletazos, sin sentido sobre mis-sus hijos...

    ResponderEliminar

Me encanta saber vuestras opiniones y/o experiencias, siempre ayuda